Terapia ponderada en Dieta Sensorial
Share
La integración sensorial es un proceso neurológico complejo que involucra los sentidos y la forma en que nuestro cerebro lee esta información. Si esos procesos están alterados, entonces la información que recibe el cerebro es incompleta, borrosa o incorrecta. El trastorno afecta a muchas personas, pero actualmente no se considera un problema de salud mundial. Para la mayoría de nosotros, la integración sensorial puede ser un problema menor. Cada individuo encontrará algo que no le guste, por ejemplo, ropa mojada, sabor agrio o sonidos específicos. Sin embargo, el problema comienza cuando más de un sentido es disfuncional. Esto puede crear múltiples capas de problemas que deberán ser evaluados por el especialista o un terapeuta.
Una dieta sensorial es un conjunto de actividades que se realizan regularmente para mejorar los procesos sensoriales. Ayudan a desarrollar los transmisores correctos en nuestro cerebro, construyen las pistas de información y aprenden y se educan sobre los obstáculos y dan la comprensión de cómo superarlos. Los ejercicios pueden ser realizados por el maestro, los terapeutas o los padres en casa. La terapia ponderada en una dieta sensorial puede desempeñar un papel importante y aquí hay algunos ejemplos de cómo implementarlos y qué impacto se puede lograr. Cada usuario es diferente y cada caso es complejo y, lamentablemente, esta publicación de blog solo muestra varios ejemplos.
Presión local vs manta ponderada
Existen varios productos de terapia ponderada que se pueden implementar en la dieta sensorial. La manta lastrada es la más popular y conocida de toda la gama. La manta con peso aplica el peso a todo el cuerpo y es la más beneficiosa en un uso más prolongado. Es por eso que se sugiere su uso durante el sueño, la meditación, la relajación y las actividades de 'sofá' como ver películas o leer libros. Cuanto más contacto de la piel con la manta, mejor y más rápido efecto. El cerebro obtiene más información del contacto de todo el cuerpo. La manta ponderada puede mejorar el estado de bienestar general, regular los patrones de sueño, combatir el miedo a la soledad o la oscuridad, dar la sensación de gravedad, crear la sensación de espacio, mejorar la retroalimentación de la información a través de una suave compresión de las articulaciones y reducir la ansiedad. La manta es el producto de terapia ponderada más común recomendado como parte de la dieta sensorial, pero también para un público más amplio. Todas las disfunciones cerebrales neurológicas pueden beneficiarse de la manta de terapia ponderada.
Las ayudas de presión locales aplican peso a un área o una/pocas partes del cuerpo al mismo tiempo. Esta técnica es útil cuando conocemos la ubicación específica en el cuerpo del usuario que desencadena la relajación o ayuda a silenciar los impulsos externos. Los productos de presión local promueven una mayor concentración a través de la puesta a tierra, lo que ayuda a concentrarse en tareas específicas y ralentiza las reacciones. Los productos más populares utilizados para la presión local son collares, chalecos, cinturones, almohadas, gorros, pesas para muñecas y piernas y juguetes con pesas. Las ayudas ponderadas por presión local se utilizan en períodos más cortos, por lo tanto, pueden ser más pesadas para generar un mayor impacto. Dependiendo del peso, dará una sensación diferente, por ejemplo, un peso más ligero promoverá la relajación y uno más pesado promoverá la concentración y la sensación de conexión a tierra. El peso de rango medio es bueno para equilibrar y mejorar la sensación de espacio. La terapia con peso en la dieta sensorial se puede utilizar junto con la manta con peso para proporcionar un resultado aún mejor.
Los chalecos se pueden recargar con el peso extra cuando se usan durante la sesión de terapia y se pueden quitar para el uso diario. La reacción del usuario le dirá si logró los resultados deseados. Asegúrese de que esas tareas estén bajo la supervisión de un adulto únicamente.
Los cinturones, las pesas para las muñecas y las piernas ayudan a mejorar las habilidades motoras pequeñas, reducen el aleteo y ayudan a concentrarse durante los ejercicios sentados. Los sombreros y las almohadas ayudan a equilibrar el cuerpo, crean una sensación de espacio, mejoran el equilibrio al caminar y ayudan a concentrarse en los movimientos del cuerpo.
La terapia ponderada en la dieta sensorial se puede utilizar de muchas maneras según la necesidad, la frecuencia y la creatividad. El peso aplicado al cuerpo permite enviar más comentarios sensoriales al cerebro y aumentar la legibilidad de esas piezas de información. El resultado es mejorar la percepción del mundo en el que vivimos.